Sánchez y Gallardo, un matrimonio de conveniencia unido por el hermano del presidente
Pedro Sánchez arropará al secretario general del PSOE de Extremadura y candidato de los socialistas en las elecciones del 21 de diciembre, Miguel Ángel Gallardo. Ferraz, de hecho, tendrá que sostener y empujar una campaña electoral inédita en la comunidad autónoma, la de un candidato imputado y a mes y medio de sentarse en el banquillo por prevaricación y tráfico de influencias, que no solo afronta un incierto futuro judicial, sino que, además, tiene a nivel interno una manifiesta división en torno a su figura.Por encima de todo eso, estará la foto . Una foto prevista para el pasado miércoles en un gran acto en Mérida con el que el PSOE iba a abrir la precampaña y que terminó suspendiéndose « por el temporal ». No tardará en verse. El presidente del Gobierno pisará tierras extremeñas y abrazará a Gallardo. Hablará, a buen seguro, de lawfare y reivindicará la camaradería y unidad de todo el partido en torno al secretario general del PSOE de Extremadura. Es lo que, de hecho, vienen haciendo sus ministros desde que María Guardiola pulsase el botón del adelanto electoral.Empero, esa unión, ese apoyo, ha estado siempre lejos de ser una realidad. En ambas direcciones, además. En 2017, el entonces alcalde de Villanueva de la Serena y presidente de la Diputación de Badajoz, mostró su apoyo a Susana Díaz en la disputa interna del partido en la que acabó imponiéndose Sánchez. El propio Gallardo ha insistido en esta circunstancia recientemente para argumentar que, políticamente, no le unía a Sánchez una gran relación como para contratar a su hermano indebidamente en la Diputación. Su defensa ha pedido la declaración en sede judicial de la diputada Estela Gordillo, que representó la candidatura de Díaz en tierras extremeñas, para que ratifique esta situación.Noticia Relacionada estandar Si La defensa del hermano de Sánchez pide su absolución y la nulidad de los correos intervenidos por la UCO Adrián García Durán En un escrito remitido a la juez instructora, se niega su implicación en los delitos que las acusaciones le atribuyenEn marzo de 2024, Gallardo no era el candidato del aparato en las primeras primarias a las que se enfrentó el exalcalde de Villanueva de la Serena, justo después de la salida del recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara. Aunque no oficialmente, siempre se barruntó que Ferraz apostaba por la joven cacereña Lara Garlito. De hecho, la victoria de Gallardo, que alcanzó el 56% de los votos de la militancia socialista, se entendió en el resto de España como un varapalo interno para los intereses de Sánchez. Apenas unos meses después, otra cacereña, Esther Gutiérrez, también se enfrentó al ya líder del PSOE de Extremadura en unas nuevas primarias, donde el escándalo judicial en torno a la contratación del hermano del presidente estaba mucho más avanzado. Su candidatura, en este caso, no vino de Ferraz, sino de la cúpula del PSOE de Cáceres.Les une David SánchezEl escenario actual invita a ambos a ir de la mano. Al menos, por pura conveniencia. Tienen un elemento en común, que es el hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez Pérez-Castejón. Su contratación en la Diputación de Badajoz, y la posterior de su amigo íntimo Luis María Carrero, motivan el juicio oral por el que Sánchez, Gallardo y otras nueve personas se sentarán en el banquillo de los acusados por prevaricación y tráfico de influencias.Ante esta tesitura, a ninguno de los dos les interesa llevarse la contraria. Por varios motivos. El primero y más evidente es que costaría mucho visualizar a Pedro Sánchez cuestionando a su candidato extremeño poco antes de que comparta banquillo con su hermano. Aunque, como ocurriese el viernes en Brasil, públicamente no defienda con claridad la honorabilidad de Gallardo y se refiera únicamente a la inocencia de su hermano pequeño. El segundo es el poco margen de maniobra que habrían tenido en Ferraz para presentar y orquestar una verdadera candidatura alternativa. El movimiento de Guardiola de adelantar las urnas al 21 de diciembre dejó sin capacidad de reacción a toda la oposición. Si hubiese un mínimo resquicio para pensar que era posible mover de la silla a Gallardo, ese paso delante de la líder popular lo imposibilitó.Además, y por encima de todo eso, están los propios tiempos de la justicia. Apartar a Gallardo hubiese sido jugar en contra, también, de David Sánchez. En el PSOE son conscientes de que el secretario general extremeño será, nuevamente, diputado antes de sentarse en el banquillo. La Asamblea debe estar constituida antes del 20 de enero. Con que, Gallardo será, ahora sí, aforado unas semanas antes de enfrentarse al juicio oral, tras quedar sin efecto su anterior aforamiento por cometer fraude de ley al propiciar que cinco compañeros renunciasen.El futuro de GallardoAsí las cosas, la maquinaria socialista tendrá que redoblar esfuerzos si quiere revertir los resultados a los que apuntan los sondeos o, al menos, evitar un batacazo histórico en Extremadura. El PSOE nunca había estado en un momento de tal debilidad en la región.No hubo margen para la maniobra, pero si Gallardo cae estrepitosamente el 21 de diciembre, el aparato de Cáceres tratará, esta vez sí, de moverle de la silla. La división interna es manifiesta y el secretario general nunca ha contado con el apoyo de los socialistas cacereños. Allí, además, como avanzaba ABC, empieza a cobrar fuerza el perfil del joven Álvaro Sánchez Cotrina, alcalde de Salorino y flamante líder del PSOE en la provincia cacereña. Una opción de futuro, muy alejada de las formas de Gallardo.Eso, sin embargo, es, todavía, política ficción . Por lo pronto, Sánchez y Gallardo, quieran o no, irán de la mano como el mejor de los matrimonios.
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