Sánchez Acera no conserva los wasaps con Lobato ni recuerda quién le envió el correo sobre González Amador

Las declaraciones testificales del ex líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, y de la ex número dos de Óscar López, jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno en el momento de la filtración de los correos de la defensa del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a la prensa, han marcado el tercer día del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Él se sienta en el banquillo de los acusados porque el juez Ángel Hurtado vio indicios de que pudo ser él quien filtró las comunicaciones entre Alberto González Amador y el fiscal de delitos económicos con el que negociaba una conformidad para reconocer dos delitos fiscales y pagar 350.000 euros. El instructor vio que dicha filtración pudo ser instada por la Presidencia del Gobierno.Y por esa vía de la causa es por la que hoy han declarado en el Alto Tribunal Sánchez Acera y Lobato. El primero, según publicó en exclusiva ABC, envió al segundo la confesión de González Amador para que la usara en la Asamblea madrileña. El exjefe de los socialistas madrileños fue a depositar los mensajes a una notaría y preguntó a Sánchez Acera de dónde había sacado el mensaje porque tuvo dudas sobre si podía exhibirlo. Esta mañana, Sánchez Acera ha afirmado ante el tribunal que juzga a García Ortiz por presunta revelación de secretos que no conserva los wasaps intercambiados con Lobato y que el contenido del mail de la defensa de Ayuso le llegó a través de un periodista (de quien no ha revelado el nombre) y, en todo caso, ha asegurado, no se trataba del «famoso correo del 2 de febrero» con los detalles de la conformidad, sino un «pantallazo».NOTICIA EN AMPLIACIÓN