Mira Nair, la madre de Zohran Mamdani o por qué el cine aupó al nuevo alcalde de Nueva York
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Mira Nair : su nombre suena a saris mojados en la lluvia de monzón y a jazz neoyorquino en un loft de Tribeca; este prodigio de mujer india nació en Rourkela un 15 de octubre del 1957, cuando la India todavía olía a carbón británico y a especias recién molidas, y después se fue a Harvard porque Cambridge le parecía un colegio de monjas con acento oxfordiano. La imaginamos como la menor de tres hermanos en la comunidad punyabí de Delhi , hija de burócrata y de asistenta social, mudándose de ciudad en ciudad, de Rourkela a Shimla, de Shimla a Delhi, y siempre con la maleta llena de realidades que no cabían en un folleto de Air India. En Miranda House estudió sociología y teatro callejero con Barry John , el gran Barry, que le enseñó a actuar como quien respira y, de pronto, ¡Harvard!, tras rechazar Cambridge y la beca completa porque decía que Harvard olía a libertad y a documental, a Richard Leacock y al MIT, y como fruto de todo ello filma ' Jama Masjid Street Journal ' (1979), corto en blanco y negro que supuso un buen puñetazo en la cara al cine burgués, un trabajo que huele a té con cardamomo y a sudor de rickshaw, una película que es tesis y manifiesto, principio y fin.Noticia Relacionada estandar No Audrey Diwan: «El cine consiste en sensaciones fuertes» La directora francesa visitó España para presentar 'El acontecimiento', ganadora del León de Oro en el Festival de VeneciaY de ahí alcanzó el éxito con ' Salaam Bombay!' (1988) con un presupuesto de 450.000 dólares y la filmación de los niños de la calle, sin intérpretes, los niños que duermen en cartones y sueñan con Bollywood , criaturas que venden té y a los que les roban los sueños: la película recaudó 7,4 millones, obtuvo la Caméra d'Or en Cannes, varias nominaciones al Oscar, al BAFTA, al Globo de Oro, y en India no la respetaron tanto desde entonces, claro, porque allí prefieren a Shah Rukh Khan y sus parejas que bailan bajo la lluvia porque no quieren mirarse en el espejo roto de la pobreza. Pero el resto del mundo se rindió ante el talento de Nair, que se reía con esa risa de mujer que se sabía ganadora del favor de la crítica y el público. Y luego vino ' Mississippi Masala' (1991), con Denzel Washington y Sarita Choudhury , una india ugandesa y un negro estadounidense en el sur profundo, con su amor interracial e imposible, una pasión con aromas de curry y soul food, que es el amor que el presidente Idi Amin expulsó de Uganda y que Nair rescata en Mississippi, con tres premios en Venecia –al guion, qué guion, qué manera de escribir con la cámara, qué manera de hacer el amor con la mirada–. Un fotograma de 'La boda del monzón', dirigida por la madre del alcalde de Nueva York, Mira NairY con ' La boda del monzón ' (2001) Mira Nair alcanza el virtuosismo del multigénero, porque es comedia y drama y musical y tragedia a la vez la de esta boda que se rueda en 30 días, que recauda 30 millones, primera mujer que gana el León de Oro: Roger Ebert dijo que es la celebración de la humanidad y nosotros decimos que es la celebración de la vida, con sus secretos y sus infidelidades, y sus samosas y sus lágrimas. Y con 'El buen nombre' (2006), basada en la novela de Jhumpa Lahiri, Nair rechazó dirigir Harry Potter, así que soslayó la varita mágica por la pluma de Lahiri, que es la identidad indoestadounidense, con ese hijo que se llama Gogol y que no sabe si es indio, estadounidense o las dos cosas; y vinieron después 'La feria de las vanidades (Vanity Fair)' (2004), con Reese Witherspoon en corsé, y 'Amelia' (2009), con Hilary Swank que desaparece en mitad del Océano Pacífico.En lo político, llega ' El fundamentalista reticente ' (2012), thriller pos-11S, dedicado al padre, donde Mira Nair cuestiona los interrogatorios de la CIA y su efectividad bajo el mandato de Bush y en lo social, también, plantea una crítica al sistema laboral estadounidense, verdaderamente despiadado, en el que la productividad se impone a las emociones. Después vino ' La reina de Katwe' (2016), producida por Disney, con Lupita Nyong'o, el biopic de Phiona Mutesi, una joven ugandesa prodigio del ajedrez, el ajedrez en los slums de Kampala, la metáfora de la vida y también un jaque mate a la pobreza. En lo personal también podemos acordarnos de Mitch Epstein , de profesión fotógrafo, su primer marido, con el que filma India 'Cabaret' (1985) con las strippers de Bombay por 130.000 dólares, cinta que fue contestada por las críticas feministas por su mirada masculina; y luego vino Mahmood Mamdani , el esposo ugandés, el académico de Columbia y padre de Zohran Mamdani, nacido en Kampala, asambleísta y ahora, en noviembre, alcalde electo de Nueva York y al que su madre llama «mi oxígeno», y que no es más que otro prodigio del monzón y de la diáspora. Noticia Relacionada Alcaldía de Nueva York estandar Si La victoria de Mamdani abre una batalla sobre la radicalización a la izquierda de los demócratas Javier Ansorena La facción de Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez se disputa la hegemonía del partido con los miembros más centristas y moderadosNair ha destacado también por su activismo en el Salaam Baalak Trust y el Maisha Film Lab, de cuya máxima «si no contamos nuestras historias, nadie lo hará» es su mayor apóstol, a lo que añadimos su apoyo al boicot del festival israelí de Haifa y su apoyo a ' Cactus Pears' (2025) de Rohan Kanawade; y después vino el Premio Padma Bhushan, la traslación de 'La boda del monzón' al musical de Broadway y la invitación de Cannes como cineasta de honor este año. La editorial Rizzoli publicará su biografía en 2026 y la cineasta dirigirá Amri, biopic sobre la icónica pintora indohungaresa Amrita Sher-Gil, con la actriz Tanya Miniktala, que dará vida a la artista, y su participación en el enriquecedor debate de la Rajiv Vaidya Memorial Lecture.Hoy se mueve entre el yoga y el set, la vida entre Nueva York y Kampala y Delhi. Porque Mira Nair escribe la historia del cine con luz, con lágrimas, con risas, con samosas y con jaque mates. Mira Nair es la India que se le había escapado a Occidente , la diáspora que se hizo celuloide, la mujer que rechazó Cambridge por Harvard, la madre del alcalde de Nueva York, la directora que ganó Venecia siendo mujer, la que dijo que el arte nos da la habilidad de ver el mundo de nuevo. Nosotros contemplamos hoy su cine tratando de emular su mirada con las palabras y, si el cine es un espejo, Mira Nair es el espejo que no miente, el que refleja la humanidad en toda su crudeza y en toda su belleza, en toda su miseria y en toda su grandeza. Noticia Relacionada Claves estandar Si El ascenso de Mamdani: ¿por qué ha ganado un socialista musulmán en Nueva York? Javier AnsorenaAntes de sorprendernos todos con la novedad de este parentesco, entusiasmados con este maridaje entre el cine y la política, habría que pensar que el alcalde de Nueva York lo es, muy probablemente, porque es hijo de la cineasta Mira Nair . Una oportunidad de oro para repasar su extraordinaria filmografía.
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