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Marcas de pulgas, vómitos y encierros a oscuras: condenan a un padre por malos tratos continuados a sus dos hijos

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Marcas de pulgas, vómitos y encierros a oscuras: condenan a un padre por malos tratos continuados a sus dos hijos
El Juzgado de lo Penal número 3 de La Coruña ha condenado a tres años y cuatro meses de cárcel a un padre por maltratar de forma continuada a sus dos hijos menores de edad durante los fines de semana en los que convivían con él. Además, le ha impuesto 40 días de localización permanente, 11 años y medio de prohibición de aproximarse o comunicarse con los menores, la privación de la patria potestad durante nueve años y el pago de una indemnización de 12.000 euros.El juez Carlos Suárez-Mira lo ha considerado autor de dos delitos de maltrato doméstico, dos delitos continuados de maltrato habitual, un delito de maltrato habitual en el domicilio común y un delito de incumplimiento de los deberes legales de asistencia. En la sentencia, indica que el acusado ejerció sobre sus hijos «violencia física y psíquica continua», a través de «agresiones, insultos y conductas vejatorias», llegando a obligar al menor a tragarse su vómito y a encerrar a su hija en una habitación a oscuras.El titular del Juzgado de lo Penal número 3 de La Coruña entiende probado que el domicilio donde pernoctaban las víctimas «no tenía las condiciones mínimas de habitabilidad, higiene y seguridad», así como que el acusado «no suministraba a su hijo el tratamiento médico que tenía pautado», ni alimentaba a los menores «en debida forma». El magistrado también afirma que «no les proporcionaba la higiene mínima necesaria», lo que provocó que llegasen a tener «el cuerpo lleno de picaduras de pulgas e insectos por la falta de salubridad de la vivienda».El juez indica en la sentencia que los hechos ocurrieron entre 2019, cuando las víctimas tenían 9 y 5 años, y 2021. Según el fallo, las conductas del sospechoso eran «continuas ante cualquier comportamiento que no le gustase de los menores». De hecho, a su hijo lo golpeaba «en la cara, en las piernas o en el culo». Además, según consta en el fallo facilitado por el TSXG, los insultaba «de manera frecuente». El titular del Juzgado de lo Penal número 3 de La Coruña considera plenamente creíbles los testimonios de los menores, pues subraya que «no se atisban razones por las que hubiesen querido mentir». Además, destaca que los informes psicológicos acreditan el malestar emocional y los síntomas compatibles con situaciones de maltrato.En la sentencia afirma que el informe de la trabajadora social y las fotografías aportadas ponen de manifiesto que «las condiciones de la casa eran inadecuadas para el cuidado de unos niños». El magistrado, que descarta la existencia de dilaciones indebidas, señala que si bien el acusado, en su legítimo derecho de autodefensa, niega los hechos, el conjunto de la prueba de cargo «lo desmiente de manera contundente». La sentencia no es firme, por lo que cabe presentar recurso ante la Audiencia Provincial de La Coruña.

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