La ausencia del ministro ruso Lavrov aviva las sospechas de su caída en desgracia

En la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia del pasado martes hubo una ausencia destacada: faltaba Serguéi Lavrov , el rocoso ministro de Exteriores que desde hace más de dos décadas dirige con mano de hierro la diplomacia rusa. En dicho encuentro sí estaban presentes otros nombres relevantes de la política rusa, como Dmitri Medvedev o Serguéi Shoigu , o el propio presidente ruso, Vladímir Putin . La ausencia de Lavrov fue la única y ha alimentado los rumores sobre su situación complicada en el seno del poder ruso. En esa reunión del Consejo de Seguridad se discutieron asuntos tan importantes como la respuesta rusa al anuncio estadounidense sobre las futuras pruebas nucleares. Según apuntan fuentes rusas de alto nivel citadas por 'Financial Times' «Lavrov está claramente cansado y parece que piensa que tiene cosas más importantes que hacer que reunirse con los (representantes) de Estados Unidos». El mismo rotativo publicó previamente que la conversación entre él y el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio , fue «una llamada tensa» y que «los funcionarios estaban muy sorprendidos por la intransigencia de Lavrov».Este diálogo buscaba concretar los detalles de la cumbre que debían tener los presidentes Donald Trump y Putin en Budapest, la capital de Hungría, antes de que acabase octubre. Después de algunos malentendidos, no se vislumbra la posibilidad de que se celebre pronto por los desacuerdos entre ambas partes.Noticia Relacionada estandar Si Ucrania libra «combates feroces» en la estratégica Pokrovsk para tratar de frenar el avance ruso Miriam González El jefe del Ejército ucraniano, Oleksander Sirski, ordenó reforzar todas las unidades militares en la región de DonetskEl canal de Telegram Nezygar citó fuentes no identificadas diciendo que Lavrov tuvo una «conversación seria» con Putin tras su llamada con el secretario de Estado de EE.UU. La misma persona aseguró que el diplomático «no estaba preparado para el diálogo con Rubio y se llevó a cabo de una forma muy tensa, rehuyendo la discusión con él». Es probable que «Lavrov siguiera las instrucciones del Kremlin demasiado literalmente», añadió. El Kremlin, sin embargo, desmintió este viernes la caída en desgracia de Lavrov. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov , aseguró que «no hay nada de cierto en estos rumores», en su rueda de prensa diaria. «Lavrov ciertamente sigue como ministro de Exteriores», añadió.Según publicó el mismo martes el diario ruso 'Kommersant', Lavrov estuvo «coordinadamente ausente» de la reunión del Consejo de Seguridad. Otra sonada ausencia suya se produjo en la reciente cumbre de la Asean (Asociación de Países del Sudeste Asiático) en Malasia, a la que asistió Donald Trump. Además no se contará con él ni para liderar la delegación rusa a la próxima reunión del G20 , el 22 y el 23 de noviembre. Un negociador veterano y duroEste veterano político ha sido el encargado de la cartera de Exteriores desde 2004. Aunque contaba con la confianza del mandatario ruso, según comentó Sarah Mendelson, experta del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, a la BBC, es «una especie de forastero, no es del círculo interno de Putin». Además, también valoró las cualidades que tiene como diplomático, ya que es «un negociador duro, fiable y extremadamente sofisticado», aunque recordó también que «el endurecimiento de la política exterior rusa poco tiene que ver con él».En el pasado, personas útiles y afines al líder del Kremlin perdieron su puesto privilegiado por no haber cumplido con su papel correctamente. Algunos de ellos consiguieron resguardarse en algún puesto intermedio, pero otros no tuvieron tanta suerte. Uno de los primeros ejemplos es el de Serguéi Shoigu, el que fue el ministro de Defensa de Rusia hasta 2024. Su gestión de la guerra no convenció y el poder ruso le sustituyó por Andréi Belousov . Según algunos expertos, este movimiento buscaba, además de cambiar el liderazgo, preparar al país para una guerra de desgaste.Otros que sí sufrieron un descalabro fueron el ministro de Transporte, Román Starovit , que fue asesinado con un disparo días después, y Yevgueni Prigozhin , el jefe de los mercenarios Wagner, que murió en una explosión de su avión privado.