Flick le dice a su 'staff' que dejará el Barça a final de curso: «Estoy muy cansado»
Hansi Flick lleva desde septiembre diciendo a su 'staff' que quiere marcharse. Está «muy cansado». Aunque es verdad que el técnico alemán siempre había sugerido que su estancia en el club no se prolongaría más allá de las tres temporadas -Pep estuvo 4; Cruyff, 6- parece que tras el inicio irregular de su segunda temporada ha decidido que tiene bastante. No se lo ha comunicado a Deco ni a Laporta , pero sí lo ha comentado con sus ayudantes, analistas y colaboradores, a quienes ha confesado la frustración que le produce la actitud dispersa de los jugadores y el poco respaldo que ha encontrado en la directiva. Son los motivos por los que, de momento, tiene pensado anticipar un año su adiós.Para el alemán el problema no son los resultados concretos, pero sí son el síntoma. Lo que le exaspera es la falta de compromiso de unos jugadores que, según su relato, hace justo un año estaban perdidos, desdibujados, y algunos de ellos hasta prácticamente descartados, y hoy han asimilado mal los logros y la fama que consiguieron con mucho esfuerzo y dedicación. En no pocas ocasiones el técnico ha advertido que los egos matan el éxito del equipo, y ahora cree que es exactamente lo que le ha pasado al Barça: cada cual juega a lo suyo sin velar por los intereses del equipo.En el centro del malestar de Flick está Lamine Yamal , al que el club permite toda clase de excentricidades. Desde volar a Milán tras perder el clásico, en lugar regresar con sus compañeros a Barcelona; hasta detalles como el de que es el único jugador que, en los desplazamientos, en lugar de levantarse como los demás a coger su comida del bufet, espera a que una empleada del club se la sirva en la mesa. Otro detalle sin importancia futbolística, pero que ayuda a entender la actitud de la joven estrella, es que en la ciudad deportiva hay unos carritos como los del golf que van muy buscados, porque hay pocos -cuatro- y el club los reserva para aquellos miembros del 'staff' que puedan necesitarlo para su trabajo, o para el presidente cuando está de visita en las instalaciones. Noticias relacionadas estandar Si barcelona 3-1 elche Victoria gris y con Lamine ausente Salvador Sostres opinion Si Todo saldrá bien Messi no tendrá ninguna relación con el Barça mientras Laporta sea presidente Salvador SostresLo que no quiere el Barça es que los jugadores -que tienen estrictamente prohibido utilizarlos- jueguen con ellos porque podrían romperse y son caros. Pues bien, Lamine Yamal conduce uno siempre que quiere, para jugar, para divertirse, y por miedo a que se lastime -él o el cochecito-, un empleado del club va detrás en un segundo carrito, de modo que dos de los cuatro carritos quedan sin poder ser utilizados por los que los necesitan. Igualmente, la apretada agenda de compromisos comerciales provoca situaciones contradictorias, como el hecho de que cuando Flick se quejó de que Lamine jugó lesionado con España, la estrella, en lugar de acudir inmediatamente al hospital en su regreso a Barcelona, pasó varias horas aquella mañana gambeteando por el campo del Europa para grabar un anuncio. Tampoco sentó bien al jefe del vestuario azulgrana que a pocos días del clásico, Lamine se exhibiera en la Kings League.Todas estas circunstancias, algunas de exclusivo valor simbólico, tendrían menos importancia, o irritarían menos al entrenador alemán, si el rendimiento del jugador en el campo fuera el de la temporada anterior; pero está lejos de serlo. La pubalgia que sufre, al ser una lesión muscular y no fruto de una entrada o de un lance fortuito, se atribuye a su falta de dedicación -que el 'staff' entiende que tendría que ser absoluta- y a que su grado de compromiso con el equipo ha bajado. Por todo ello, y lo nuevo que va surgiendo cada semana, en cada rueda de prensa Flick tiene que responder varias preguntas sobre su jugador franquicia, y en más de una ocasión ha expresado su disgusto de que así sea. No sólo a su 'staff' sino también a personas de la absoluta confianza del presidente como el jefe de comunicación de la entidad, Gabriel Martínez, o el presidente de hecho y del día a día del club, Alejandro Echevarría.Relaciones hasta cariñosasLas relaciones del entrenador con Laporta no son malas y no han degenerado a través de enfrentamientos directos que no se han producido. La comunicación entre ambos es fluida y educada, y los temas concretos los trata el técnico con el director de fútbol, Deco, y con Echevarría. Con ambos la relación es amable, y hasta cariñosa, pero hay diferencias conceptuales, estructurales, sobre qué significa proteger a un jugador, y otra vez la conversación se centra en Lamine: Flick cree en la disciplina, como Luis Enrique con Dembélé, que la temporada pasada ganó el Balón de Oro tras haberse pasado tres meses en el banquillo castigado -o 'educado' por su entrenador-. El club cree más en contemporizar, como Bartomeu con Messi cuando se enfrentó precisamente a Luis Enrique y el club se puso del lado de su estrella. Y de este modo, la fiesta de cumpleaños, los viajes relámpago con chicas, las salidas hasta bien entrada la madrugada, o los caprichos como los del carrito de golf o ser el único al que le sirven la comida en la mesa; son cosas que el club le permite para estar a buenas con él y permitirle liberar un poco la presión de ser tan joven y tan famoso.El fútbol es un mundo cambiante, emocional, en que el estado de ánimo lo es todo y este estado de ánimo depende de factores muchas veces relacionados con un golpe de suerte: a esta reflexión es a la que se aferran sus analistas y colaboradores, en la confianza de que si Lamine se centra, el juego vuelve a ser el de un equipo unido, y se gana la Champions, Flick olvide los sinsabores y decida cumplir con su tercera e inicialmente prevista última temporada en Barcelona.
Comentarios