El divorcio PSOE-Junts: dos versiones de una ruptura
0
La decisión de sumir la legislatura en el bloqueo se recibe en Moncloa como un movimiento defensivo frente al avance de Aliança Catalana, el partido liderado por Silvia Orriols, mientras Junts busca que el Gobierno se mueva tras la ruptura anunciada en Perpiñán (Francia).El PSOE cree que Junts reacciona ante próximas encuestas adversasJunts ha dado 'jaque' a la legislatura, pero sigue sin dar 'mate' a Pedro Sánchez. Esta es la lectura que hacen en el PSOE después del último pulso de los de Carles Puigdemont, anunciando el «bloqueo» de todas las iniciativas que el Gobierno tiene en cola para aprobar en las Cortes, incluidos los Presupuestos Generales del Estado. Los posconvergentes conservan un importante capital político: sus siete votos son clave para que prospere una moción de censura presentada por Alberto Núñez Feijóo. Un botón nuclear que, por el momento, no están dispuestos a pulsar. Mientras la opción de desalojar a Sánchez del poder no esté sobre la mesa –y los interlocutores de Junts así lo aseguran a su contraparte gubernamental– no hay motivos para la preocupación. O al menos, así lo entienden en Moncloa. El presidente del Gobierno ha dado orden a los portavoces oficiales de «cuidar» a Puigdemont, esto es, evitar cualquier manifestación pública que pueda molestar a su partido. No entrar en el cuerpo a cuerpo ni desautorizar sus amenazas, aunque no tengan visos de prosperar. Esto supone un cambio de actitud sustancial respecto a la reacción airada que desplegó el Ejecutivo cuando la portavoz independentista en el Congreso Míriam Nogueras anunció que había llegado la «hora del cambio». Entonces, varios ministros despreciaron el órdago, asegurando que solo buscaba foco mediático y era «una frase redonda para el telediario». Ahora, pese a que se comparte el diagnóstico, se impone la prudencia y se intenta crear una pista de aterrizaje a otro ultimátum sin ningún efecto práctico, dado que Junts no va a dejar caer al Gobierno.Noticia Relacionada Tribunal de Derechos Humanos estandar Si La Justicia europea descarta que el Supremo vulnerara los derechos políticos de Turull, Sànchez y Junqueras Daniel Tercero El tribunal rechaza las alegaciones de los líderes del 'procés' por su prisión preventiva en 2017En Moncloa asumen que las embestidas de Junts no tienen como objetivo al Ejecutivo, sino que van dirigidas a Aliança Catalana. Han comprendido que deben interpretar un papel, como parte concernida, en este pulso coreografiado que los posconvergentes necesitan escenificar para desembarazarse de la amenaza de Sílvia Orriols. En concreto, fuentes consultadas por ABC contextualizan la última andanada de los independentistas en una doble circunstancia. La primera, el varapalo de la justicia europea al «procés». El Tribunal Europeo de Derechos Humanos avaló ayer la prisión preventiva de Junqueras, Turull y Sánchez y los de Puigdemont estaban obligados a reaccionar. Y el segundo, y más importante, el Centro de Estudios de Opinión (CEO) está realizando el trabajo de campo para su barómetro de otoño, que publica entrado el mes de noviembre. El temor a una nueva encuesta adversa, que eleve las expectativas de Aliança Catalana sería letal en lo simbólico para los de Puigdemont. Sumar mete presiónA Sumar, el socio minoritario de la coalición, la directriz dada por parte del PSOE de contenerse frente a las provocaciones de los de Carles Puigdemont en el Congreso pareció entrarle por un oído y salirle por el otro. El primero en sacar la cabeza, y, probablemente, el que más se salió ayer del rebaño fue Izquierda Unida (IU), la facción con mayor peso del ecosistema que habita a la izquierda del PSOE. Su coordinador federal, Antonio Maíllo, no habló de «frases redondas para el telediario», pero sí de «fuegos artificiales que no cambian nada» para referirse al último movimiento de Junts. IU se une así a la teoría de los socialistas de que la única traducción material de sus ultimátums sería secundar moción de censura con PP y Vox, algo que los populares descartaron ayer mismo a falta de tener los apoyos atados. Hasta entonces, la llamada izquierda alternativa seguirá reduciendo todo a una puesta en escena y a un «aparente» bloqueo.A ello se unió ayer el careo protagonizado entre Yolanda Díaz, y el diputado de Junts Josep María Cervera, que quiso ayer también escenificar su ruptura con Moncloa también con la líder de Sumar en la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja. «Han perdido la mayoría que posibilitó usted fuese vicepresidenta segunda. Explique cómo piensa gobernar y avanzar,», le espetó a Díaz, que no dudó en entrar a la provocación y que, además, según pudo saber este diario, llevaba ya de sobra meditada la reprimenda que lanzaría al parlamentario posconvergente en fuese cual fuese la intervención de este. A Cataluña le sienta muy bien» este Gobierno, respondió al tiempo que le retó a tumbar, entre otras leyes, los permisos por defunción.Junts decidió agudizar su ruptura al ver que Sánchez no reaccionabaCuando la semana pasada Carles Puigdemont anunció la ruptura con el PSOE en Perpiñán (Francia), Pedro Sánchez hacia un mes que sabía que la relación con sus socios estaba tocada de muerte. Se lo transmitió al regresar de una de las reuniones con el mediador internacional en Suiza su emisario, José Luis Rodríguez Zapatero, tras escuchar a Puigdemont verbalizar que «hasta aquí hemos llegado». Durante esas casi cuatro semanas de margen que los separatistas le dieron al presidente del Gobierno para intentar encauzar la situación, sin que se hubiera materializado todavía el divorcio, Sánchez «no hizo nada, se pensó que íbamos de farol». Y lo mismo ha vuelto a ocurrir en esta última semana hasta el día de hoy.El mismo jueves que se cumplían los siete días de la consulta de Junts a sus bases, que avalaron con más de un 86% la decisión de dejar sin efecto el acuerdo de Bruselas firmado por Santos Cerdán y Jordi Turull a finales de 2023, la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, junto a sus compañeros diputados y senadores, compareció ayer en una sala de la Cámara Baja para anunciar que los posconvergentes daban un paso más en su oposición a Sánchez . Noticia Relacionada estandar Si Secretos oficiales, el estatuto del becario o la 'ley Bolaños': las 24 normas que quedan bloqueadas por Junts Joan Guirado Los de Puigdemont pasan a la acción y hacen que la ruptura con el PSOE, anunciada y refrendada por sus bases, deje en «bloqueo total» la legislaturaLos posconvergentes han pasado de no coger el teléfono a Ferraz ni sentarse a negociar leyes como consecuencia de esa ruptura, dejando su voto a favor o en contra en función de cada votación, a directamente bloquear toda la acción legislativa del Ejecutivo. Como entre el aviso a Zapatero y la ejecución del fin del acuerdo de Bruselas, entre el referendo del divorcio y la decisión más radical de presentar una enmienda a la totalidad a todas las leyes, Junts también dejó pasar unos días de margen para ver si el PSOE y «si Sánchez reaccionaban» . Si, con el agua al cuello, el jefe del Ejecutivo se daba por concernido y buscaba una solución al problema en el que se encuentra su gabinete al ecuador de la legislatura. Pero fue al ver que no, que «ni tan siquiera ha explicado durante esta semana como pretende gobernar sin mayoría que le apruebe las cosas», cuando ayer los de Junts decidieron apretar el acelerador y acomodarse en la oposición más férrea.Los de Carles Puigdemont descartan por completo un acercamiento al Partido Socialista «mientras Sánchez esté al frente». «La confianza se ha quebrado por completo porque nos ha engañado demasiadas veces», explica una destacada dirigente del partido. Aunque sí aspiran a que el presidente del Gobierno «cumpla», aún reconociendo que «eso es mucho aspirar hablando de él», con «todas las cosas que se habían pactado antes de la ruptura». Con el objetivo de lograr las prebendas negociadas con anterioridad, como la obligación de atender en catalán a todas las empresas del Estado, los de Nogueras votarán a favor de algunas leyes y reales decretos que fueron acordados antes de la semana pasada. Son un conjunto de medidas que, en opinión de los posconvergentes, forman parte de la «lista de deudas» que «el Partido Socialista tiene con Cataluña» . Si esto no ocurre, dicen, «habrá que ver que otras herramientas tenemos en nuestras manos». En Junts siguen alejando la opción de una moción de censura y apuestan por forzar a Sánchez a adelantar las elecciones
Comentarios