Entrar

Crítica de 'Siempre es invierno' (***): El desamor no sirve de calefacción

Actualidad

0
Crítica de 'Siempre es invierno' (***): El desamor no sirve de calefacción
David Trueba adapta su propia novela, ' Blitz ', y deja en la pantalla una película triste con ramalazos de humor y una enorme nostalgia romántica . Una historia que comienza en Bruselas (en la novela, era Múnich) y con una ruptura de pareja, que casi nunca tienen gracia, pero en las circunstancias que ocurre (un WhatsApp sin puntería) y en la cara de chufa de David Verdaguer y de alondra afónica de Amaia Salamanca podría decirse que tiene un cierto toque Lubitsch . Es la historia de Miguel, un arquitecto paisajista que participa en un congreso muy belga con un proyecto de jardines públicos que, de ser premiado, tal vez le cambie su cara de chufa o su sangre de horchata.El argumento se queda con Miguel y en Bruselas, ambos en completo cuelgue, y se centra en que conozcamos al personaje en toda su 'graciosa' desolación y mientras se lame la herida. Es pesimista, mentalmente desordenado, con ocurrencias que no suelen hacer diana y con un aspecto y una conducta de gente a la que le cuesta ser feliz. Y su historia en Bruselas avanza a trompicones mientras que una linternilla deja ver una luz en su túnel allí a lo lejos. Y el David Trueba romántico se esmera en que el David Verdaguer hundido se fije en ella .La irrupción del personaje que interpreta Isabelle Renauld, la hermosamente madura actriz francesa, le otorga a Verdaguer, pero sobre todo a la película, la posibilidad de convertirse en otra cosa distinta: no ser una historia de amor caducado, sino otra que muestra caminos por los que empezar andar, divertirse, volverse a equivocar…, en fin, lo de toda la vida. Los tonos fríos de la ciudad, su atmósfera plomiza que hace conjunto con el estado de ánimo del protagonista contrasta con los nuevos colores y temperaturas más cálidas que encuentra en su relación, y su tristeza y apatía, su certeza de ser un perdedor, le otorga buenos momentos y divertidos a los días tontorrones de Bruselas, como su penosa intervención en el Congreso de paisajistas…Noticia Relacionada estandar Si Crítica de 'Los Tigres' (***): la mala vida del submarinista fuera del agua Oti Rodríguez Marchante Es interesante la mezcla de agilidad y suspense en el rodaje de las escenas submarinas con su simetría en las de esas relaciones también de profundidad y orfandad entre los hermanosPodría ser 'Siempre es invierno' una película más sobre las catástrofes del desamor y sus modos de corregirlas, pero Trueba le añade el interesante riesgo de una relación 'descompensada' por la edad y unas líneas textuales y musicales que combinan bien la ligereza, la ternura, el cinismo (tiene gracia el capón al morro de los grandes artistas), la depresión y la hondura artística. Una película triste, pero una mirada feliz al hombre con los bolsillos vacíos, a la mujer con la vida medio llena y a las idioteces del ' edadismo ' y del paisajismo.

Comentarios