50 años después de la Marcha Verde, los saharauis afrontan el revés de la ONU: "La única solución será la lucha armada"
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La población saharaui llega al 50 aniversario de la Marcha Verde, con la que Marruecos ocupó ilegalmente la entonces provincia española número 53, con un nuevo golpe de la ONU, al defender la autonomía de territorio bajo soberaní marroquí como solución preferente
El Consejo de Seguridad prorroga la misión de la ONU para el referéndum del Sáhara Occidental “tomando como base la propuesta de autonomía de Marruecos”
Cuando Bucharaya Bahi piensa en el 6 de noviembre de 1975, se traslada al aula del que era su colegio, La Paz, en El Aaiún (Sáhara Occidental). En su mente aparece la cara de preocupación de su último profesor español, Don Ambrosio, y un transistor que informaba sobre la noticia de la que todos hablaban: la denominada “Marcha Verde”.
De madrugada, 350.000 civiles marroquíes, la mayoría campesinos, comenzaron a caminar desde Marruecos hacia el Sáhara Occidental tras su reclutamiento por orden del rey Hassan II, quien aprovechó la inminente muerte de Franco para hacerse ilegalmente con el territorio colonial, administrado por España. El objetivo era ocupar la que hasta entonces fue la provincia española número 53, con el fin de “recuperar” un territorio que, según defendía el monarca marroquí, les pertenecía hasta su colonización.
Bucharaya, que apenas tenía siete años, no llegaba a descifrar la angustia de los rostros adultos que le rodeaban. Aún desconocía hasta qué punto ese día marcaría su futuro. Tampoco lo sabía Syed, que ni siquiera había nacido. Lo hizo en 1976, pocos meses después la Marcha Verde.
“Nuestros padres y maestros estaban preocupados. Ellos entendían lo que estaba ocurriendo, pero nosotros éramos demasiado pequeños para comprenderlo”, dice Bucharaya Bahi a elDiario.es por mensaje desde El Aaiún, capital de los territorios saharauis ocupados por Marruecos desde aquel 6 de noviembre de 1975. Medio siglo después, aquel niño de casi siete años roza los 57 y su vida ha estado atravesada, como la de todos los saharauis, por la invasión marroquí del Sáhara Occidental y el posterior abandono de España de su colonia.
“De repente, los tanques empezaron a rodear nuestros barrios, incluso el mío, Colomina Vieja, cerca del aeropuerto”, cuenta Bucharaya Bahi. Las fuerzas armadas militares se desplegaron de manera disuasoria por varios puntos para cerrar la capital por sus flancos, y los testimonios de los residentes de El Aaiún en la época hablan también de movilización repentina de tanques y vehículos blindados españoles dentro de la ciudad.
Dos días antes, el entonces príncipe Juan Carlos había visitado la capital del Sáhara Occidental para mostrar su respaldo a los militares españoles. El borbón aseguró que España “cumpliría sus compromisos” con el territorio colonial, que esperaba la celebración de un reférendum de autodeterminación. “Deseamos proteger también los legítimos derechos de la población civil saharui, ya que nuestra posición en el mundo y nuestra historia nos lo exigen”, añadió en un discurso aplaudido por cientos de saharauis.
El pequeño Bucharaya Bahi recuerda el despliegue generado en la ciudad por la visita del príncipe español. “Con los años, hemos comprendido que la visita de Juan Carlos a El Aaiun fue una maniobra para ocultar la realidad de lo que sucedía. Luego vinieron los Aacuerdos de Madrid y, finalmente, el Real Decreto 2258/76, que nos arrebató nuestra nacionalidad española”, lamenta.
De la Marcha Verde, Syed sabe lo que ha leído y lo que le contaron sus padres cuando era niño. Pero también ha vivido los efectos de aquel abandono español y de afán expansionista de Marruecos durante todos sus 49 años de vida. Después de aquel día, su familia quedó separada para siempre.
El Consejo de Seguridad prorroga la misión de la ONU para el referéndum del Sáhara Occidental “tomando como base la propuesta de autonomía de Marruecos”
Cuando Bucharaya Bahi piensa en el 6 de noviembre de 1975, se traslada al aula del que era su colegio, La Paz, en El Aaiún (Sáhara Occidental). En su mente aparece la cara de preocupación de su último profesor español, Don Ambrosio, y un transistor que informaba sobre la noticia de la que todos hablaban: la denominada “Marcha Verde”.
De madrugada, 350.000 civiles marroquíes, la mayoría campesinos, comenzaron a caminar desde Marruecos hacia el Sáhara Occidental tras su reclutamiento por orden del rey Hassan II, quien aprovechó la inminente muerte de Franco para hacerse ilegalmente con el territorio colonial, administrado por España. El objetivo era ocupar la que hasta entonces fue la provincia española número 53, con el fin de “recuperar” un territorio que, según defendía el monarca marroquí, les pertenecía hasta su colonización.
Bucharaya, que apenas tenía siete años, no llegaba a descifrar la angustia de los rostros adultos que le rodeaban. Aún desconocía hasta qué punto ese día marcaría su futuro. Tampoco lo sabía Syed, que ni siquiera había nacido. Lo hizo en 1976, pocos meses después la Marcha Verde.
“Nuestros padres y maestros estaban preocupados. Ellos entendían lo que estaba ocurriendo, pero nosotros éramos demasiado pequeños para comprenderlo”, dice Bucharaya Bahi a elDiario.es por mensaje desde El Aaiún, capital de los territorios saharauis ocupados por Marruecos desde aquel 6 de noviembre de 1975. Medio siglo después, aquel niño de casi siete años roza los 57 y su vida ha estado atravesada, como la de todos los saharauis, por la invasión marroquí del Sáhara Occidental y el posterior abandono de España de su colonia.
“De repente, los tanques empezaron a rodear nuestros barrios, incluso el mío, Colomina Vieja, cerca del aeropuerto”, cuenta Bucharaya Bahi. Las fuerzas armadas militares se desplegaron de manera disuasoria por varios puntos para cerrar la capital por sus flancos, y los testimonios de los residentes de El Aaiún en la época hablan también de movilización repentina de tanques y vehículos blindados españoles dentro de la ciudad.
Dos días antes, el entonces príncipe Juan Carlos había visitado la capital del Sáhara Occidental para mostrar su respaldo a los militares españoles. El borbón aseguró que España “cumpliría sus compromisos” con el territorio colonial, que esperaba la celebración de un reférendum de autodeterminación. “Deseamos proteger también los legítimos derechos de la población civil saharui, ya que nuestra posición en el mundo y nuestra historia nos lo exigen”, añadió en un discurso aplaudido por cientos de saharauis.
El pequeño Bucharaya Bahi recuerda el despliegue generado en la ciudad por la visita del príncipe español. “Con los años, hemos comprendido que la visita de Juan Carlos a El Aaiun fue una maniobra para ocultar la realidad de lo que sucedía. Luego vinieron los Aacuerdos de Madrid y, finalmente, el Real Decreto 2258/76, que nos arrebató nuestra nacionalidad española”, lamenta.
De la Marcha Verde, Syed sabe lo que ha leído y lo que le contaron sus padres cuando era niño. Pero también ha vivido los efectos de aquel abandono español y de afán expansionista de Marruecos durante todos sus 49 años de vida. Después de aquel día, su familia quedó separada para siempre.
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